miércoles, diciembre 12, 2012

Preciosa reseña escrita por el escritor Manuel Carmona sobre mi libro de poemas "A propósito del espejismo"


    El poemario de Isabel de Rueda A propósito del espejismo ha sido galardonado con el XIX
premio Nacional de poesía Acordes.  Que un premio lleve ya dos décadas de vida es síntoma de salud y calidad, ya que muestra el interés por la poesía y el fomento de ella tanto entre quienes lo convocan -El ayuntamiento de Espiel- como entre los artistas participantes. El diseño del poemario es elegante y sencillo, atrae cuando se visualiza su cubierta y se van pasando páginas durante la lectura, la letra gris marfil usada para el libro, el nombre de Isabel y la serigrafía dotan de belleza y de claridad a la presentación estética del libro. Resulta realmente hermoso el grabado de una figura de corte grecolatina concebida desde la óptica del estilo de los años veinte, sobresaliendo también la palabra Ágora, un concepto, que por cierto, estamos viendo renacer por toda Europa y el Mundo en los últimos años a raíz de la serie de manifestaciones públicas y reuniones privadas de las que venimos participando millones de personas para buscar soluciones a las circunstancias que estamos viviendo. La solapa de la cubierta nos avisa de la larga trayectoria poética de Isabel, que ha sido galardonada con otros premios y accésit, y ha publicado su obra con editoriales del prestigio de Vitruvio.

   A propósito del espejismo está estructurado en tres bloque presentados con los encabezamientos de  El ausente, La ventana y El báculo. En el primero de los bloques, que arranca con un verso de Pablo Neruda -en este sentido la obra está sazonada con versos de poetas clásicos a quienes Isabel rinde así su peculiar homenaje-, la poeta se radiografía así misma a través de sus poemas. Recurre al símbolo de los espejos para mirarse en su interior y mirar a los demás y al mundo. Dialoga con esa sucesión de artistas que le precedieron y que se han convertido en referentes personales porque ellos también se enfrentaron a la mayoría de situaciones con las que ella ahora se encuentra. Vemos pasar durante la lectura de esa serie del poemario no solamente a Isabel sino también a Carlos Marzal, Alejandra Pizarnik, Man de Camelle, Van Gogh, Alfonsina Storni, Virginia Wolf y Vicente Aleixandre. En esta primera parte, arranca con el poema de  "Visiones" en el que plantea las circunstancias a las que tiene que enfrentarse la pareja para salir adelante. Emplea una imagen cargada de simbolismo y de fuerza para expresarlo

                                                     Cerrar el corazón a los intrusos
                                                     destructores del sueño

   La sensibilidad y la inteligencia de Isabel también se muestran a la hora de ir dotando de unidad narrativa al poemario en su conjunto y en cada una de sus partes. Lo apreciamos en la propia elección de los citados encabezamientos. Si el ausente puede ser la pareja que se ha perdido, o el amigo que murió, o aquel que fuimos. El báculo simboliza ese apoyo al que recurrimos en nuestra vejez cuando ya vamos cargados de historias de vida, de trayectorias vitales. Su formación filosófica, su entusiasmo por la obra de María Zambrano y su capacidad para madurar las experiencias de la vida a través de la poesía se reflejan en detalles decisivos como estos. Todos los que fuimos y somos recurren al báculo para apoyarse y recorrer esa parte del camino vital. Y los temas y las razones vitales se van sucediendo, reencontrándose y convergiendo en cada uno de los bloques temáticos del poemario. Por eso en La ventana con el poema Del amor nos plantea como se descubre el amor auténtico, ese que desata las ilusiones, las esperanzas y el deseo entre felinos amantes.

                                                y como cabe el olor de los peces
                                                en el atril del verso
                                                comprendí
                                                que a tu lado todo el sueño cabía.

Y continua Isabel buscándose y mostrándose a quien le leee como cuando con transparencia se  nos sitúa entre nosotros durante el proceso creativo de la escritura. Si Velazque, entre otros, se presentaba en algúnos de los cuadros para ofrecernos también su perspectiva de la escena; o el homenajeado Van Gogh nos trasladaba a su cuartlo de Arlés; ella nos pone delante de ese cuaderno blanco ante el que se sienta cada jornada para llamar a las vivencias por su nombre y en ese silencio ella se encuentra consigo mismo, con sus amigos Fernando Pessoa, Álvaro Quintero, Antonio Machado, Borges y Lorca. Su mirada es íntima, profunda, y analiza como va evolucionando. En el espejo se ve a ella, su rostro, pero sobre todo su condición, su ser interior. Esas vivencias que la han forjado. Y si algún día no encuentra la luz personal, recurre al faro de la poesía. Esa ya escrita y la que está por escribir.

   Ahora te toca a ti querido lector a cerrar el círculo y encontrarte con la lectura de A propósito del espejismo.


Manuel Carmona Rodríguez

domingo, diciembre 02, 2012

PIZARRAS DE AGUA - Nuevo libro de Poesía de la Jerezana Isabel de Rueda I Premio de la Editorial Autores Premiado







Jesús Moracho e Isabel de Rueda



Isabel de Rueda nos regala en esta obra Pizarras de agua una poesía cargada de belleza y sensualidad que huye del confusionismo y la retórica con un lenguaje claro y directo. Un libro que recrea una atmófera poética llena de matices y recursos con un estilo muy cuidado y actual que indaga enlas preocupaciones del ser humano por las cosas que dan sentido a la existencia.



Momento del acto de entrega

En Pizarras de agua los acuíferos y mares interiores desnudan a un ser que evoca los azules y transparencias de los tiempos que graban nuestra memoria: los olores de la niñez, el iris aprendido en pos del sueño, la sed de los deseos surgida del poema, el amor que se esparce y se concentra al unísono...

Estupenda reseña escrita por el poeta Manuel Senra, miembro del jurado del que fue ganador mi libro Pizarras de Agua







Con Pizarras de agua mereció la poeta jerezana Isabel de Rueda el I Premio de "Autores premiados Editorial".

Es la suya una poesía bella y sensual que se mueve en las antípodas de esa retórica trasnochada o cursi -insoportable siempre- y toma atajos menos espinosos, a la vez , con sencillez machadiana, emplea un lenguaje claro y directo. De este modo va creando una atmófera poética colmada de matices y recursos -con un estilo cuidado y actual- al tiempo que indaga en las preocupaciones del ser humano por las cosas que dan sentido a la existencia.

La naturaleza y el amor son dos constantes en su obra. Y ahondando un poco, se ve enseguida que se trata de un poemario tan lúcido como fresco; y tan enriquecido con bellas y originales metáforas, como de extraordinaria creatividad imaginativa. Mimbres tan bien entrelazadas hacen que surjan momentos que emocionan sinceramente all lector.

El agua es -río, mar, arroyo, fuente, lluvia, nieve- un icono que conjuntamente con el  amor y la naturaleza, construyen ejes en torno a los cuales giran los sentimientos de su yo poético: la mano firme con que abre las ventanas de cada verso y, de ese modo, va creciendo Pizarras de agua, sin duda, hermoso poemario que tratamos hoy.

El libro que se divide en dos partes: la primera se titula Acordes de agua y Oír al mar compone la segunda. En esta, la presencia del mar surge como una naturaleza medular y epifánica. Pero en el primer poema del libro; La fuente, ya comienza a notarse una poesía reflexiva, gracias a su honda experimentación con el lenguaje. El poema titulado Ungida en agua, la autora evoca recuerdos de la primera juventud. Cito: correr por los jardines de los trece años /  jadear / por oscuros arriates aquellos versos / y ser princesa / con tu lápiz de labios y aquella blusa / que marcara tus pechos incipientes. o el segundo verso de la última estrofa:...de loca muchachilla ungida en agua. O en el poema El beso, salpicado de gotas de romanticismo: / Como una enferma flor un beso helado / un glaciar / un beso que no es beso / remando hacia otra orilla. Y de nuevo aparece otro poema que evoca su juventud (dedicado en este caso a su madre): El río de Cartuja: /...me enseñaste / a preñarme de azul en lo colores / acuíferos de un río.../

La segunda parte del libro, poco cambia de cuanto ya hemos comentado en la primera. Continúan los poemas normalmente cortos, siempre con la presencia del mar, aunque también el amor, la naturaleza, los sueños...

En el poema que da título al libro, Pizarras de agua, cito: Yo tengo una palabra en la garganta / una pizarra / de agua entre mi lengua, la demencia / de un sueño tengo entre mis labios.

Finalmente decir que la obra poética de Isabel de Rueda la compone un buen número de títulos, entre otros  Al viento (Carmona 2001) ; Tu silencio en voces (Madrid, Vitruvio 2006) ; Pisadas sobre lienzo (Jerez Frontera, EH Editores 2008) A propósito del espejismo (Espiel, premio Acorde 2011)

Manuel Senra


Acto de entrega del I  premio  Editorial Autores Premiado al libro Pizarras de Agua

Onofre Rojano, Jesús Moracho, Isabel de Rueda y Manuel Senra