miércoles, diciembre 12, 2012

Preciosa reseña escrita por el escritor Manuel Carmona sobre mi libro de poemas "A propósito del espejismo"


    El poemario de Isabel de Rueda A propósito del espejismo ha sido galardonado con el XIX
premio Nacional de poesía Acordes.  Que un premio lleve ya dos décadas de vida es síntoma de salud y calidad, ya que muestra el interés por la poesía y el fomento de ella tanto entre quienes lo convocan -El ayuntamiento de Espiel- como entre los artistas participantes. El diseño del poemario es elegante y sencillo, atrae cuando se visualiza su cubierta y se van pasando páginas durante la lectura, la letra gris marfil usada para el libro, el nombre de Isabel y la serigrafía dotan de belleza y de claridad a la presentación estética del libro. Resulta realmente hermoso el grabado de una figura de corte grecolatina concebida desde la óptica del estilo de los años veinte, sobresaliendo también la palabra Ágora, un concepto, que por cierto, estamos viendo renacer por toda Europa y el Mundo en los últimos años a raíz de la serie de manifestaciones públicas y reuniones privadas de las que venimos participando millones de personas para buscar soluciones a las circunstancias que estamos viviendo. La solapa de la cubierta nos avisa de la larga trayectoria poética de Isabel, que ha sido galardonada con otros premios y accésit, y ha publicado su obra con editoriales del prestigio de Vitruvio.

   A propósito del espejismo está estructurado en tres bloque presentados con los encabezamientos de  El ausente, La ventana y El báculo. En el primero de los bloques, que arranca con un verso de Pablo Neruda -en este sentido la obra está sazonada con versos de poetas clásicos a quienes Isabel rinde así su peculiar homenaje-, la poeta se radiografía así misma a través de sus poemas. Recurre al símbolo de los espejos para mirarse en su interior y mirar a los demás y al mundo. Dialoga con esa sucesión de artistas que le precedieron y que se han convertido en referentes personales porque ellos también se enfrentaron a la mayoría de situaciones con las que ella ahora se encuentra. Vemos pasar durante la lectura de esa serie del poemario no solamente a Isabel sino también a Carlos Marzal, Alejandra Pizarnik, Man de Camelle, Van Gogh, Alfonsina Storni, Virginia Wolf y Vicente Aleixandre. En esta primera parte, arranca con el poema de  "Visiones" en el que plantea las circunstancias a las que tiene que enfrentarse la pareja para salir adelante. Emplea una imagen cargada de simbolismo y de fuerza para expresarlo

                                                     Cerrar el corazón a los intrusos
                                                     destructores del sueño

   La sensibilidad y la inteligencia de Isabel también se muestran a la hora de ir dotando de unidad narrativa al poemario en su conjunto y en cada una de sus partes. Lo apreciamos en la propia elección de los citados encabezamientos. Si el ausente puede ser la pareja que se ha perdido, o el amigo que murió, o aquel que fuimos. El báculo simboliza ese apoyo al que recurrimos en nuestra vejez cuando ya vamos cargados de historias de vida, de trayectorias vitales. Su formación filosófica, su entusiasmo por la obra de María Zambrano y su capacidad para madurar las experiencias de la vida a través de la poesía se reflejan en detalles decisivos como estos. Todos los que fuimos y somos recurren al báculo para apoyarse y recorrer esa parte del camino vital. Y los temas y las razones vitales se van sucediendo, reencontrándose y convergiendo en cada uno de los bloques temáticos del poemario. Por eso en La ventana con el poema Del amor nos plantea como se descubre el amor auténtico, ese que desata las ilusiones, las esperanzas y el deseo entre felinos amantes.

                                                y como cabe el olor de los peces
                                                en el atril del verso
                                                comprendí
                                                que a tu lado todo el sueño cabía.

Y continua Isabel buscándose y mostrándose a quien le leee como cuando con transparencia se  nos sitúa entre nosotros durante el proceso creativo de la escritura. Si Velazque, entre otros, se presentaba en algúnos de los cuadros para ofrecernos también su perspectiva de la escena; o el homenajeado Van Gogh nos trasladaba a su cuartlo de Arlés; ella nos pone delante de ese cuaderno blanco ante el que se sienta cada jornada para llamar a las vivencias por su nombre y en ese silencio ella se encuentra consigo mismo, con sus amigos Fernando Pessoa, Álvaro Quintero, Antonio Machado, Borges y Lorca. Su mirada es íntima, profunda, y analiza como va evolucionando. En el espejo se ve a ella, su rostro, pero sobre todo su condición, su ser interior. Esas vivencias que la han forjado. Y si algún día no encuentra la luz personal, recurre al faro de la poesía. Esa ya escrita y la que está por escribir.

   Ahora te toca a ti querido lector a cerrar el círculo y encontrarte con la lectura de A propósito del espejismo.


Manuel Carmona Rodríguez

domingo, diciembre 02, 2012

PIZARRAS DE AGUA - Nuevo libro de Poesía de la Jerezana Isabel de Rueda I Premio de la Editorial Autores Premiado







Jesús Moracho e Isabel de Rueda



Isabel de Rueda nos regala en esta obra Pizarras de agua una poesía cargada de belleza y sensualidad que huye del confusionismo y la retórica con un lenguaje claro y directo. Un libro que recrea una atmófera poética llena de matices y recursos con un estilo muy cuidado y actual que indaga enlas preocupaciones del ser humano por las cosas que dan sentido a la existencia.



Momento del acto de entrega

En Pizarras de agua los acuíferos y mares interiores desnudan a un ser que evoca los azules y transparencias de los tiempos que graban nuestra memoria: los olores de la niñez, el iris aprendido en pos del sueño, la sed de los deseos surgida del poema, el amor que se esparce y se concentra al unísono...

Estupenda reseña escrita por el poeta Manuel Senra, miembro del jurado del que fue ganador mi libro Pizarras de Agua







Con Pizarras de agua mereció la poeta jerezana Isabel de Rueda el I Premio de "Autores premiados Editorial".

Es la suya una poesía bella y sensual que se mueve en las antípodas de esa retórica trasnochada o cursi -insoportable siempre- y toma atajos menos espinosos, a la vez , con sencillez machadiana, emplea un lenguaje claro y directo. De este modo va creando una atmófera poética colmada de matices y recursos -con un estilo cuidado y actual- al tiempo que indaga en las preocupaciones del ser humano por las cosas que dan sentido a la existencia.

La naturaleza y el amor son dos constantes en su obra. Y ahondando un poco, se ve enseguida que se trata de un poemario tan lúcido como fresco; y tan enriquecido con bellas y originales metáforas, como de extraordinaria creatividad imaginativa. Mimbres tan bien entrelazadas hacen que surjan momentos que emocionan sinceramente all lector.

El agua es -río, mar, arroyo, fuente, lluvia, nieve- un icono que conjuntamente con el  amor y la naturaleza, construyen ejes en torno a los cuales giran los sentimientos de su yo poético: la mano firme con que abre las ventanas de cada verso y, de ese modo, va creciendo Pizarras de agua, sin duda, hermoso poemario que tratamos hoy.

El libro que se divide en dos partes: la primera se titula Acordes de agua y Oír al mar compone la segunda. En esta, la presencia del mar surge como una naturaleza medular y epifánica. Pero en el primer poema del libro; La fuente, ya comienza a notarse una poesía reflexiva, gracias a su honda experimentación con el lenguaje. El poema titulado Ungida en agua, la autora evoca recuerdos de la primera juventud. Cito: correr por los jardines de los trece años /  jadear / por oscuros arriates aquellos versos / y ser princesa / con tu lápiz de labios y aquella blusa / que marcara tus pechos incipientes. o el segundo verso de la última estrofa:...de loca muchachilla ungida en agua. O en el poema El beso, salpicado de gotas de romanticismo: / Como una enferma flor un beso helado / un glaciar / un beso que no es beso / remando hacia otra orilla. Y de nuevo aparece otro poema que evoca su juventud (dedicado en este caso a su madre): El río de Cartuja: /...me enseñaste / a preñarme de azul en lo colores / acuíferos de un río.../

La segunda parte del libro, poco cambia de cuanto ya hemos comentado en la primera. Continúan los poemas normalmente cortos, siempre con la presencia del mar, aunque también el amor, la naturaleza, los sueños...

En el poema que da título al libro, Pizarras de agua, cito: Yo tengo una palabra en la garganta / una pizarra / de agua entre mi lengua, la demencia / de un sueño tengo entre mis labios.

Finalmente decir que la obra poética de Isabel de Rueda la compone un buen número de títulos, entre otros  Al viento (Carmona 2001) ; Tu silencio en voces (Madrid, Vitruvio 2006) ; Pisadas sobre lienzo (Jerez Frontera, EH Editores 2008) A propósito del espejismo (Espiel, premio Acorde 2011)

Manuel Senra


Acto de entrega del I  premio  Editorial Autores Premiado al libro Pizarras de Agua

Onofre Rojano, Jesús Moracho, Isabel de Rueda y Manuel Senra

miércoles, octubre 10, 2012

Presentación en Jerez del libro A propósito del espejismo


 

 


Una suerte sentirme tan bien arropada por la familia, los amigos y las personas que realmente quiero...

Gracias, JM, Mari Carmen, Celia, Mariela, Cristián, Álvaro... a todos los amigos que vinieron, algunos de bien lejos, e hicieron posible y visible la magia de este día.


Aquí os dejo las emotivas y cariñosas palabras de presentación escritas por el poeta Álvaro Quintero  



 A PROPÓSITO DEL ESPEJISMO

Yo, como lector agradecido y como alumno por el tiempo vitalicio del asombro, he de confesar esta noche la alegría que supone para mí compartir estas palabras con vosotros. Lo único que pretendo en esta confesión es regresar a la alegría que me produjo adentrarme a las habitaciones del libro de Isabel, cuartos A propósito del espejismo, que son hermosos espejos cóncavos y convexos donde el hombre y sus maneras son delicadamente atrapados en los pasillos donde la metáfora orea y salmodia ciertos umbrales donde la palabra asiste a nuestra más grande caídas en el tiempo, a las más delicadas ascensiones en el territorio de la poesía.

Conmueve comprobar que el acto de la presentación del poemario A propósito del espejismo de Isabel de Rueda, no es solamente un acontecimiento para la autora, una revelación para los aquí presentes y una lectura de culto para los futuros lectores de la obra.

Aquí hay algo más que la celebración de un excelente libro y me tomo la licencia de apresurar un contenido inicialmente ajeno para muchos de vosotros. Contenido que tiene que ver directamente con la autora, su familia y la de los amigos íntimos que esta noche la acompañan. Ella, Isabel de Rueda, creyó conveniente que en la presentación de su poemario debería estar acompañada de las personas que de alguna manera son cómplices no solamente de su quehacer literario, sino que estuvieran tocados finalmente por una sensibilidad común: La música de la amistad y la intuición poética como una forma de conocimiento. Muchos de los amigos y familiares de Isabel, de antemano saben que hago directa alusión a Mariela y Cristián, amigos que no solamente han enriquecido su universo personal, sino,-he ahí la fortuna de ella, que también es la nuestra-, nos han recordado que somos "hijos del mismo cielo, de la colina, del principito, hermanos de la luna y el padre sol" y de un tiempo acá marqueses de un singular condado: el Río Viejo. Reino o ínsula de las letras, éste último entresacado de un común asombro: el de levantar a pesar de la guasa de Platón y de la filosofía, una república donde poesía y filosofía presidan el estado de ánimo de los ciudadanos.

Este comentario no está sacado de la chistera del escudero oficial del condado, es una prolongación, así lo creo yo, de una preocupación cara a la poesía de Isabel, a su continua búsqueda de la razón poética, método éste último que bellamente enunciara María Zambrano es su libro Filosofía y poesía razón- poética, creo recordar, se construye como el método adecuado para la consecución del fin propuesto: la creación de la persona. Ambos temas abordados con amplitud, aglutinan como adyacentes todas las demás cuestiones tratadas. Así, la creación de la persona se relaciona estrechamente con el tema de lo divino, con el de la historia y con la fenomenología de los sueños, y la razón-poética con la relación entre filosofía y poesía o con la insuficiencia del racionalismo. Así es que no es gratuito invocar en una nota ligera la importancia que tiene para la autora la presencia de estos amigos, como de los amigos que han dejado una impronta en este libro de autores y personajes que habitan a lo largo de la obra, donde Isabel con la mansedumbre de la luz y la lucidez esquiva de la sombra, invoca a Pablo Neruda, Carlos Marzal, Alejandra Pizarnik, Man de Camelle, Van Goht, Alfonsina Storni, Virginia Woolf, Vicente Aleixandre, Fernando Pessoa.

Semanas previas a esta presentación tuve la fortuna de compartir con Isabel una preocupación que siempre la asiste cada vez que sale a colación, la palabra poesía. En esa ocasión como en casi todas tuvimos que rendirnos a la noble evidencia de que no podemos definir la poesía, sino a partir de lo que ella no pretende y seguramente no es, ni será, de su camino y recodos hermosamente injustos, y paradójicamente ambiguos. La poesía -nos aventuramos a declarar en esa ocasión- es ese dejar correr el tiempo de la razón en la sinrazón de un reloj de sombra. Es un eterno balbucir, como bellamente lo expresara San Juan de la Cruz, en boca de la esposa cuando pregunta por el esposo en un hermoso pasaje de su Cántico Espiritual. La poesía es, comentábamos en su momento, un balbucir, un continuo tartamudeo, pa poesía no hace más que responder como puede con "admiración y extrañeza", balbuciendo. Y el libro A propósito del espejismo, es un hermoso balbucir y un decir diciendo...

Desde esa noble imposibilidad levanta Isabel unos conmovedores poemas que visitan el libro como exigentes invitados, algunos de ellos como sibaritas de la sensibilidad exigen "tener un cuarto propio, escribir los círculos y las sombras de aquel huésped que vaga por las noches y que golpea la puerta del poema".

Un huésped grato y caro a la historia de la sensibilidad y cuya visita es asumida como una revelación en una morada del libro de Isabel, el la locura, dama extraordinariamente locuaz y perfectamente audible en la obra.

Toda risa dibujada en el mapa del rostro humano -escucho que dicta Isabel a medida que avanzo y retrocedo, callo y medito, cuando el libro avanza cae y medita junto a la hoguera donde los huéspedes más aventajados orean la piedra de la locura- toda risa dibujada  en el mapa del rostro que he visitado es saludablemente sospechosa para el teólogo del alma que intuye en la comisura del labio la profanación de un axioma, la determinación final que se ha buceado en los corredores de la nada.

Todo sintagma incongruente que exhibe la impudicia alcanzada en el poemario A propósito del espejismo revela la señal inmaculada del ser que se ha aventurado por los intrincados caminos del absurdo: espejo lascivo que sin piedad, ni moral alguna, delata nuestros más íntimos afanes de esconder la ceniza siempre alerta en la geografía de la burla y en la cartografía de la palabra que nos delata.

Para ingresar en los dominios de la sinrazón de la razón poética, que propone Isabel, al césped inmaculado de la aridez fecunda, para cultivar el clamor en la sombra esquiva de los insomnios, para insultar con solvencia desde la cátedra de los variables humores de las horas frías del verano, para rendir homenaje a la convalecencia de las palabras y atravesar el palacio de justicia donde la balanza se inclina según el humor del día, para el que desee capturar la tranquilidad del anacoreta que riega los pasillos del palacio con la bruma de los días en flor, y ascienda sin dificultad peldaño abajo y escale la duda del peldaño incierto de la sensata duda, Isabel exige que paguemos el impuesto con las muecas del rostro y las mudanzas del alma.

Para terminar aspiro que el Ausente que habita en nuestros corredores más íntimos apoyado en el Báculo de la metáfora reciba por el ojo de la Ventana el suburbio de voces y la algarabía de sombras que esta noche nos saludan con la mueca grata de los que asisten a A propósito del espejismo de Isabel de Rueda.



 Mariela González acompañada al chelo por Cristián Martinez Fragnaud
  Alvaro Quintero

viernes, agosto 24, 2012

En la ruta del Pandero Cuadrado

P




Un paseo fugaz hacia el silencio extraño de aquel pueblo me llevaba
por las calles estrechas, nunca andadas, de un camino...

Las piedras y su don de estremecerte transfería a mi voz el enigma de lo nunca usado.

Caminaba
y observaba en el valle ventanas,
en los riscos las veredas azules del nomeolvides.

Así fue que mis palabras fueron tomando la forma intangible de un huerto.

Un huerto berceriano, me decía, en medio de ese sueño agreste de pandero cuadrado en cuya torre de ocultas zarzamoras se erigía la figura íntima de un verso.

Al final de ese trozo raído de un castillo, los arbustos pétreos de un silencio
vencido por el vuelo cercano de algún ave se posaba
en la arcaica esfera de una roca.

Monumentos naturales;
capicho indómito de un dios o de muchos dioses que habitaran la magma...

Un mugido de lluvia, de viento, de horas me abrazaban.

La desolada paz del abandono, la orfandad de las casas y ese frío interno,
me abrazaba con belleza inasible, y los pasitos de un trébol en aquel alto solar del abandono.



Isabel de Rueda

miércoles, mayo 30, 2012

ANDALUCÍA EN EL VERSO

       Biznaga de Poesía Andaluza


                                                                       Selección de poemas por
                                                    Inmaculada Calderón y An Patricia Santaella

                                                                              Prólogo
                                                                 Francisco Vélez Nieto


Ana Isabel Alvea Sánchez- Francisco Basallote - Rocío Biedma - Matilde Cabello Rubio - Inmaculada Calderón - Sara Catelar Lorca - Marilén Cosano Montero - Isabel de Rueda - Jorge Díaz - Paloma Fernández Gomá - Araceli S. Franco - Daniel García Florindo - José Gilabert Ramos - Manuel Guerrero Cabrera - Inés María Guzmán - Rafaela Hermes - Dolores Izquierdo Labrador - Juan Antonio Mora Ruano -Ángeles Mora - Josefa Parra - Carlos Pérez Torres - Antonio Ramírez Almansa - Filomena  Romero - Francisco Ruiz Noguera - Manuel Salinas - Pilar Sanabria Cañete - Ana Patricia Santaella - Francisco Vélez Nieto.



PRÓLOGO

Quienes se acerquen a esta "Antología de poesía andaluza actual" según su grado de conocimiento poético, pueden sufrir una decepción o una sorpresa agradable. Decepción por ver que esta antología compuesta por veintiocho poetas de muy distintos estilos y edades, se han dejado los tópicos en la cuneta de iniciar su andadura.

La sorpresa puede ser la claridad de contenido. Una muestra de poesía limpia que no necesita jacaranda alguna para mostrar lo exterior y lo interior, de la lírica que se hace en Andalucía que, sin pretender quedar por encima de las poéticas, ofrece un espacio propio y variado con una armonía y dulzura de tacto que sitúa a la poesía del Sur muy lejos de aquella boutade de Vázquez Montalbán, cuando los "Novísimos de Castellet" que consideraban a los poetas andaluces, "poetas de secano"

Esta "Antología de la poesía andaluza actual", más que muestra es panorámica de rico y variado contenido, que va deslizándose por la interioridad y exterioridad del amor y de la belleza del paisaje, mostrando fragmentos de la riqueza de esta tierra con acompasada visión, no sobria, sino de justa medida meditativa producto de desnudez apacible y al mismo tiempo seductora. Eso sí, de una seducción lírica donde lo armónico y susurrante evita todo ese andalucismo patriotico y politiquero de pueblo rancio y falso, que o del pueblo viejo que lleva en sus adentros civilizaciones magníficas y distintas, que componen su verdadera riqueza, pero que distorsionadas por la incultura voluntaria todavía, tanto perjudica la imagen real histórica y lírica del Sur. Naturalmente, como en toda antología poética, no están todos los que tenían que estar, históricamente inevitable.

Francisco Vélez Nieto
Poeta y Crítico Literario

Un lujo formar parte de esta Antología

Un regalo pasear nuevamente y respirar Córdoba. Sentir su murmullo en las intrincadas y arabescas calles donde pernoctamos.


Respirar la poesía, la amistad, respirar la risa que surge en cada esquina de nosotras mismas en ese florecer un miércoles cualquiera allí en los Arcos de pensiones sencillas pero luminosas...




Un regalo comprobar una vez más al presentar un libro y escuchar el sonido de su lira en un paseo allí por las Tendillas que las manos de ese bulevar de libros no están solas, ni tristes, ni poseen el estigma de lo incierto, que el papel como el verso se recicla y la biznaga expande su ancestral belleza en los aljibes que encierran la palabra.

Gracias Ana, mi querida Anita... ha sido una jornada corta pero intensa... me quedo con muchas pequeñas cosas vividas en esas hora del lujo inigualable que supone estar con los amigos compartiendo esa primavera en Córdoba en ese retornar el libro como protagonista.

Un lujo formar parte de esta antología. Felicitarte a ti, a Inmaculada, a Ediciones Depapel por esa biznaga que supone el trabajo bien hecho... En el recuerdo; los patios... con su deje romano, con sus flores, sus fuentes y su sensual hondura y simbolismo; así la visita que hicimos al palacio de Viana con los pequeños libros de poesía en la mano. La visita al Círculo de la amistad y sus majestuosas salas... y aquel conserje orgulloso y feliz de mostrarnos sus muchos tesoros pictóricos y artísiticos. Así vimos que Julio Romero de Torres también llegó a pintar en tonos de suaves verdes la belleza lánguida -muy desconocida al gran público- todo eso, en un encendido de luz como regalo.


Uno de los muchos rincones de la ciudad antigua de Córdoba


Tomando un té momentos previos a la presentación

Ediciones Depapel

En un instante del acto de presentación



domingo, abril 15, 2012

HOMENAJE A VICENTE ALEIXANDRE-JEREZ DE LA FRONTERA 13 DE ABRIL 2012













Discurso de apertura escrito por la poeta cordobesa Ana Patricia Santaella.

PRESENTACIÓN DEL ACTO HOMENAJE A VICENTE ALEIXANDRE EN JEREZ:

Dirá el poeta cordobés Leopoldo de Luis, al hablar de Aleixandre, que no solamente fue un poeta surrealista, sino que fue junto a Paul Eluad, el más humano y agónico poeta de surrealismo.

Vicente declaró la vocación mayoritaria de su poesía, dirigida a lo permanente del hombre: "no a lo que refinadamente diferencia, sino a lo que esencialmente une". Lo que une, él mismo declaró: "El amor, la tristeza, el odio y la muerte son invariables".

Nace este reconocimiento hacia la figura de Vicente Aleixandre en un paraje agreste, solitario, envuelto en aromas de pinares y la salada brisa marina, en el Congreso dedicado a Juan Ramón Jiménez y la influencia de éste sobre el 27, en la localidad de la Rábida. Sigue allí también incolume la casita ferroviaria donde pasaría temporadas Zenobia Camprubí. Surge, concibe este proyecto, la poeta Isabel de Rueda, en este paraje con tantas reminiscencia viajeras y literarias, quedndo al instante yo también entusiamada.

Al principio se habló de llevarlo a cabo en Madrid, al encontrarse incomprensiblemente abandonada la morada del escritor. Espera esta casa una restauración urgente y una puesta en valor que hable de tanta vida literaria y amistosa allí reunida.

Tuvimos ambas la ocasión de pasear y conversar junto al prestigioso hispanista italiano Gabrielle Morelli, profesor de literatura española contemporánea de la Universidad de Bérgamo, bajamos, bordeamos el Monasterio de la Rábida, hasta el muelle de las tres calaveras del viaje colombino allí expuesto, allí atracado.

Fuimos consciente de la enorme tarea que supone perseguir, hallar y alumbrar un dato sobre la vida literaria y biográfica de cualquier escritora o escritor, y el derroche de seducción al que recurrir para lograrlo, según la simpática confesión del propio Gabrielle. Vivió Gabrielle, la concesión del Premio Nobel a Vicente Aleixandre, allá por 1977, se notaba que lo quiso (a Vicente) más allá de lo profesional.

En una de las cartas dirigidas a Jorge Guillén, hablaba así de la poesía:

¡Cómo me sorprende siempre la poesía en dondequiera que la encuentre! Siempre es más, más de lo que el hombre espera. Siempre que la encuentro me parece el colmo.

En carta a Emilio Prados, rezuma ternura con la que habla campechanamente al amigo:

Queridísimo Emilio: Ese pequeño monstruo que tú eres me ha escrito una carta con pluma y papel. Yo me hago ilusión de que me escribes sin pluma y sin papel muchos días, como yo hago contigo. Sabía que tuviste eso de una congestión. El otro día, ya hace tiempo, escribí una pequeña semblanza tuya en prosa, que se llamaba "Emilio Prados, niño de Málaga" Me gustaría ir a verte a México, pero es demasiado viaje para mí.

Aquí con José luis hablo de ti y a veces nos reímos evocando a Málaga y a su Emilio.
Sin más, se abre este acto-homenaje dedicado a Vicente Aleixandre, una de las figuras señeras que ha alumbrado nuestra literatura.

Agradecemos también a Carmen López Frías, su diligencia y resposabilidad al organizar el acto, a la Carbonería, a Fernando Lobo, su música y presencia, y a la voz de los poetas que resucitan aquí hoy el trazo indeleble de Vicente Aleixandre.

Fiel siempre hacia los amigos, leal hacia la literatura y al trabajo agridulce, perseverante, incomparable de escribir.

Ana Patricia Santaella Pahlén

Lectura poética-musical en homenaje a Vicente Aleixandre en la Carbonería






El público gozando de este cariñoso acto de homenaje a un poeta de altura






Todos los participantes incluida Mari Carmen López Fría organizadora del acto



El cantautor Fernando Lobo hechizando a un público atento y entregado. José María Soto, ocupándose de toda la base técnica Leyendo un fragmento de un extensísimo poema de ese poeta luminoso y diurno como alguien lo calificó El librero y poeta colombiano afincado en Jerez, Álvaro Quintero. "La destrucción o el amor" o el amor y la muerte, un tema que apasiona a la escritora jerezana Josefa Parra















La escritora, poeta y editora, Inma Calderón en un momento de su interesante aportación a este acto homenaje. la joven poeta jerezana, Carmen Saiz, declamando bellamente a Aleixandre.La poeta Verónica Pedemonte en un momento sumamente hermoso del acto. Tras la proyección de un documental sobre la vida y obra de Aleixandre, la poeta granadina Sara Castelar Lorca dando paso a la lectura de poemas. Texto escrito por el poeta jerezano Mauricio Gil Cano en el acto- homenaje realizado en Jerez Hubiera sido un buen intendente mercantil, pero la enfermedad le postró en el lecho de la poesía para siempre. Su amigo Dámaso le había prestado un libro de Rubén Darío, frente al cual todos los versos que le enseñaron en el Bachillerato parecían desteñidos y grises. Y se puso a crear un mundo de palabras, donde cupieran el color, la música, los sagrados atributos de la más salvaje inocencia. Y creó el paraíso, con sus sombras: sintió que el amor podía incendiarlo y destruirlo todo.


Mientras tanto, en su país se armó una guerra, tral la que se instauró una dictadura que duró lo que una maldición bíblica. Durante cuarenta años, ocultó en su casa la república de las letras. Al término de los cuales, sucedieron dos hechos que algunos cronistas califican de milagrosos: falleció el dictador y al poeta le dieron el Premio Nobel de Literatura, reconociendo así los académicos suecos en Vicente Aleixandre a la generación del 27. ¿Por qué en él? En primer lugar, por la altísima calidad de su obra. Aunque tampoco conviene olvidar que a Federico lo habían fusilado, que Cernuda había muerto en el exilio y que Alberti seguía siendo comunista, en plena guerra fría.


En fin, que el Premio viene a ser lo de menos. Lo importante es que consagró su existencia a la Musa y que escribió, entre otras obras imperecederas, un libro -titulado Historia del corazón- que yo regalé a un hombre en una cárcel.


Mauricio Gil Cano

lunes, abril 09, 2012

VICENTE ALEIXANDRE

Nace en Sevilla en 1898, el mismo año que Lorca y Dámaso Alonso. Pasó su infancia en Málaga y más tarde se trasladaría a Madrid.



La Academia Sueca en 1977 le concede el Premio Nobel de Literatura




Su primer libro Ámbito, de corte tradicional y de esmerado rigor formal es deudor de Juan Ramón Jiménez.



Poeta esencialmente diurno y luminoso.






Obtiene el Premio Nacional de Literatura por "La destrucción o el amor" (1935
Aleixandre conoce a los precursores del surrealismo a los simbolistas oscuros, Lautremont o Rimbaut.



Se sumerge en el mundo del inconsciente, en en su mar interior y deja que las visiones e intuiciones le lleguen esforzandose por olvidar la llamada de la conciencia.










La casa de Aleixandre en la calle Velintonia (Madrid) punto de encuentro de los poetas de la generación del 27 y todas las que le siguieron ya que su larga enfermedad le obligó a permanecer en España durante la guerra y a ejercer el llamado exilio interior.





Se dice que Miguel Hernández era para Aleixandre como un hermano menor. Miguel lo visitaba todas las semanas.





Vicente Aleixandre forma, con Luis Cernuda y Federico G. Lorca el trío de grandes poetas de orientación surrealista de la llamada generación del 27






Confiesa su despertar a la poesía leyendo un libro de Ruben Darío, regalo de Damaso Alonso. Desde su origen, su poesía ha sido una aspiración a la luzREPOSO











Una tristeza del tamaño de un pájaro
Un aro limpio una oquedad un siglo

Este pasar despacio sin sonido
esperando el gemido de lo oscuro
Oh tú mármol de carne soberana

Resplandor que traspasas los encantos

partiendo en dos la piedra derribada

Oh sagre oh sangre oh ese reloj que pulsa

los cardos cuando crecen cuando arañan.

Oh esa luz sin espinas que acaricia
la postrer ignorancia que es la muerte.


(De su libro Espadas como labios)

jueves, marzo 08, 2012

Frigiliana

Convocar a la historia y crecer con toda la memoria entre los dedos; que ésta sea el báculo que sostenga la mirada que avanza.







Un pueblo donde sería hermoso perderse por unos días. Su herencia morisca se puede apreciar nada más dar un paseo por sus estrechas e intrincadas calles.






Llevo varios años asistiendo al Festival de las Tres Culturas
Se trata de un festival bastante apreciado por los amantes del folk y otras músicas antiguas... y que poco a poco se va fundiendo y arraigando con más fuerza en ese maravilloso entorno.



Además de los recitales de música, se imparten diferentes cursos, de danza, artesanía y otras artes...también, dentro de las actividades paralelas, se puede optar por asistir a alguna de las conferencias que se vienen dando, o ver una de las singulares películas de las que suelen proyectar. Además de su mucha calidad hay que decir que su temática se centra, sobre todo, es potenciar el respeto a la interculturalidad.


A Frigiliana


ACORDE

la axabeba
oculta de sus ojos, el apero
de aquella melodía en la nacencia
habitada en el agua entre los patios
antiguos de las casas.

el rumor
de una calle intrincada,
misteriosa en su forma como un blanco
fulgente en la garganta:
aquella escala de íntimos abrazos
entre las tejas, los versos, el poema.

Todo allí
el verbo oculto, Sefarad,
en un continuo
de siglos desandados.

Agarrado al acorde, todo allí,
como un cruce de estelas y campanas.

Isabel de Rueda

miércoles, enero 25, 2012

EL RÍO DE CARTUJA

"Si el río de Cartuja fuera de vino
cuántos borrachos hubiera por el camino."
(canción popular)


A mi madre

EL RÍO DE CARTUJA

De niña me enseñaste este romance.

Me enseñaste
a preñarme de azul en los olores
acuíferos de un río,
a tocarnos las manos,
a silbar las canciones olvidadas.

La vida, entonces, era un rosco
con aroma a verano y a canela,
un trocito
de abrazo en los sabores
de tus ollas inmensas.
Hoy, el río de Cartuja es tu morada,
y el eucalipto
donde escribo tu ausencia
un arco iris. Así tu reino
de los muertos está en mis manos
cada vez que modulo
tu nombre y te recuerdo
vagando por las lindes de este río
donde fuiste dichosa
una mañana eclipsada de agosto.




AGUA



Cubrirte de fuente,
ser agua que mana, fluir
por los acantilados breves
de toda la memoria.
Tocar
los cuatro elementos,
dispersarte,
sentirte árbol,
en la metamorfosis, rama,
tigre, barro, hoja, hormiga...
en este discurrir la vida,
sin principio, sin fin,
tan solo esfera
en una simple gota
de agua pura.


Isabel de Rueda